Como ya vimos en el capítulo anterior, la clave para que nuestro coche dure es un correcto mantenimiento, aunque a veces haya ciertas partes de él que no vamos a poder arreglar, y tocará sustituir. En esta segunda parte vamos a centrar nuestros esfuerzos en el interior de nuestro coche. Veremos partes como: el sistema de audio, tapizado en general, botonería y algún que otro aspecto más. También quiero hacer hincapié en la parte fundamental que aporta un coche a nuestra vida: el confort. Imaginemos por un momento a una persona de unos sesenta años, deportista, sano. Si esta persona no cuida su apariencia, cualquiera podría pensar que está mal de salud, cuando sabemos que es al contrario. Pasa exactamente igual con los coches. Sin más dilación, vamos al lío.
Sistema de audio
El sistema de audio de nuestro coche se compone de tres elementos básicos: radio, altavoces y antena. Estos tres elementos son los encargados de proporcionarnos el sonido que queremos en cada momento, desde las noticias matinales hasta la mejor música en carretera.
Antena
La antena receptora es vital para captar las ondas de frecuencia y poder escuchar algo en condiciones; manteniendo la antena en su sitio y revisando que no se haya soltado de la radio el conector encargado de transferir las ondas, no deberíamos preocuparnos más. Sorprende la cantidad de gente que va sin antena, y por pura pereza no consigue otra. Si te roban la antena, no te preocupes, vale poco, y si quieres puedes montarla integrada en el cristal, de manera que no te la robaran más. La radio en sí es nuestra siguiente parada.

Radio
Buscad una radio de primera marca, con USB, bluetooth y auxiliar. Si os centráis en radios de tamaño normal, y no en televisores para salpicaderos, tendréis sencillez y calidad, en lugar de una feria de luces de 300€.
Altavoces
Con respecto al último y muy importante punto, puedo recomendaros lo mismo que la radio, respetar el tamaño de los altavoces originales, comprar primeras marcas, y no sustituir si no están rotos. Normalmente, los altavoces mueren porque se raja la membrana que emite el sonido, y éste se vuelve muy molesto.
Tapicería
La tapicería de nuestro coche es en sí misma la parte con la que más estamos en contacto. Los asientos nos recogen y nos abrigan de movimientos bruscos, y el resto de tapizados da el confort restante para que nos resulte agradable conducir. Es cierto que hay muchos tipos de tapizado, y unos son más delicados que otros, pero normalmente el tapizado es oscuro, lo cual se agradece en el tema de limpieza.

Los principales problemas que podemos encontrar en el tapizado no solo vienen de la necesaria limpieza; a veces vienen de arriba. Me refiero a que literalmente se te viene el techo encima. Esto significa que con el tiempo el tapizado del techo tiende a despegarse y caer como un suave velo en nuestras cabezas. Ni se os ocurra intentar pegarlo, ni graparlo, ni burradas de ese calibre. Informaos, quitadlo siguiendo un tutorial y llevadlo a un especialista que lo tapizará de nuevo, y no gastaréis más de 120€.
Con los asientos pasa igual, solo que no se despegan, se descosen y se rajan, principalmente el del conductor. Un buen tapicero os tapizará solo la zona rota, y conseguiréis mantener vuestro asiento original por unos 100€.
Alumbrado
El parque móvil español es viejo, demasiado viejo, de media unos 15 años por vehículo. Ya sé que esto no es nada nuevo, pero afecta de manera directa a la seguridad activa de la conducción de estos vehículos. Una de las partes más lamentables en los coches antiguos es el alumbrado en general. Los faros de nuestros coches se degradan con el tiempo, y no solo por fuera, quemados por el sol, también por dentro, con polvo y suciedad, o bien quemados por la propia intensidad de la bombilla. Incluso el xenón, que antes era la tecnología más puntera, pierde intensidad con el tiempo, alumbrando con menos potencia, y, por tanto, alcanzando menos distancia.

Por suerte, desde el día 1 de Noviembre del 2022, los grandes ilustres de la DGT, se han dado cuenta que no es ninguna locura que los usuarios cambien las bombillas halógenas (de toda la vida), por bombillas led mucho más potentes y, económicamente hablando, fáciles de adquirir. Eso sí, no solo debemos cambiar las bombillas, debemos regular correctamente su orientación para no deslumbrar y, además, si tenemos ocasión, desmontar los faros y limpiarlos desde dentro, consiguiendo de esa forma la máxima iluminación.
Tuning no, calidad sí
No quiero que nadie piense que apuesto por modificaciones radicales ni horteradas por el estilo. Apuesto por la calidad, la seguridad en carretera y por el disfrute de la conducción.